A menudo nos encontramos con holguras en partes clave de nuestras bicicletas, sobretodo en el eje pedalier y el el juego de dirección. Estos leves desajustes no impiden el funcionamiento de nuestra máquina pero, si no se reparan a tiempo, pueden desencadenar en un mal mayor como puede ser el desgaste irregular de las bolas o la rotura de las propias cazoletas.
Mantener los rodamientos en perfecto estado es una de las tareas más fáciles que se pueden hacer en nuestra bicicleta, ya que si se lleva un mantenimiento adecuado no es necesario desmontar ni el manillar (en el caso de los rodamientos de la dirección), ni las bielas (en el caso del pedalier). Por eso, os vamos a indicar paso a paso como hacer este mantenimiento en vuestas bicicletas.
Simeon Rabasa,Manual práctico del ciclista |